sábado, 12 de marzo de 2011

Las artes marciales asiáticas

 Tienen miles de años de desarrollo, en el transcurso de los cuales han florecido cientos de escuelas y estilos.
La enseñanza de las artes marciales en Asia ha seguido la tradición cultural de aprendizaje maestro-discípulo que tiene su origen en la doctrina de Confucio. Los estudiantes reciben su instrucción en un sistema estrictamente jerárquico guiados por un maestro llamado Sensei en japonés, en chino , (Wade-Giles) Lao Shih, (Pinyin) o shī (lit., viejo maestro); cantonés Sifu;  mandarín (Wade-Giles) Shih fu, (Pinyin) Shī fù (lit., el padre-maestro),  Sabeomnim (coreano). El instructor debe supervisar directamente el entrenamiento de los estudiantes y los estudiantes deben memorizar y recitar fielmente las reglas y las rutinas básicas de entrenamiento de la escuela.
No se tolera la discusión sobre los métodos de entrenamientos o los motivos y personalidad del instructor, ya que se considera que los aprendices no poseen suficiente familiraridad con los requisitos básicos de las artes para poder discernir con claridad. En cambio, se los alienta a repetir la aplicación en el entrenamiento de las formas y técnicas que se les van mostrando en escenarios cada vez más complejos.
En esta jerarquía "familiar" confucionista, aquellos que se han incorporado a la escuela de artes marciales antes del individuo son considerados sus hermanos y hermanas mayores, mientras que quienes lo hacen después son hermanas y hermanos menores. Los pares del instructor son los tíos y tías del estudiante, etc. Estas relaciones claramente definidas y basadas en la antigüedad se han diseñado para desarrollar intangibles tales como el buen carácter, la paciencia y la disciplina. Los estudiantes deben aprender su lugar adecuado en la jerarquía de la escuela para ver algo que vaya más allá de los ejercicios de condicionamiento más simples. Esto brinda seguridad a los instructores, el estudiantado y al propio estudiante.
Los estudiantes deben aprender como y por qué demostrar claramente su respeto por los demás y cómo seguir adecuadamente las indicaciones de sus instructores. Las escuelas tradicionales pretenden así brindar reglas de juego claras y brindar un contexto estable para la interacción con los profesores y estudiantes más avanzados, los pares y también los estudiantes menos avanzados. De esta manera todos, aunque no tengan una ventaja física especial, pueden beneficiarse del entrenamiento provisto por la escuela de artes marciales.
En algunos casos puede existir algún mecanismo de certificación en el cual las habilidades del luchador se pongan a prueba antes de avanzar a un nivel de estudio superior. En otros sistemas, especialmente en China, sólo se avanza cuando el maestro lo estima conveniente, luego de observar y evaluar personalmente por varios años la práctica del alumno. Este enfoque pedagógico, aunque es preservado y respetado en muchos estilos tradicionales, se ha visto debilitado y hasta rechazado por algunas escuelas, especialmente en Occidente.

Johann Carrero 
C.I.: 18.090.562
EES

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